ŠKODA escribe un nuevo capítulo en la historia de tradición y deportividad de sus siglas VRS con la llegada de la cuarta generación del OCTAVIA VRS, un sedán deportivo, pero a la vez ideal para el uso diario y equipado para un estilo de vida activo. La variante VRS se ha posicionado como la cúspide del modelo sedán checo por varias generaciones y esta vez no es la excepción, no solo por su potente motor, sino también por su extraordinaria aerodinámica, lo que reduce las emisiones de CO2 y el consumo de combustible. ¿Por qué VRS? La sigla hace alusión a Victory Rally Sport, reforzando la herencia del fabricante checo y su historia en las competencias de rally.

Un poco de contexto: El ŠKODA OCTAVIA VRS nació de la modernización de la primera generación de la versión sedán en el año 2000, incorporaba un frontal diferente, faros de nueva forma y motor turbo de 18 litros 180 hp, convirtiéndose en la versión más rápida del OCTAVIA y alcanzando velocidades de hasta 235 km/h. La segunda generación le siguió en 2006, adicionaba un motor turbo de 2.0 litros y 200 hp y, por primera vez, se podía agregar una caja de cambios DSG. En 2014, haría su debut la tercera generación, con la cual se modificaría la geometría de suspensión y la potencia se aumentaría gradualmente con tres variantes de motor de 220, 230 y 245 hp de potencia. Ahora es el turno de la cuarta generación.

“El nuevo OCTAVIA VRS es la combinación perfecta entre el dinamismo y la deportividad, junto con las capacidades de un modelo fabricado para el día a día. Ágil, pero cómodo, adrenalínico, pero a la vez seguro. Representa además toda la tradición de la marca y su herencia del mundo de la competición y es con ello que escribimos este nuevo capítulo en la historia del fabricante checo y los VRS en nuestro país”, cuenta Andrea Ustáriz, Brand Manager de ŠKODA en Chile.

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